11 de febrero de 2010

Limpieza de la aguja del aerógrafo


De los elementos más delicados del aerógrafo es la aguja y al manipularla tendrás que tener mucho cuidado. La aguja aunque se pueda reemplazar puede durarte mucho tiempo si la tratas con atención y mucho mimo.

Si tu aerógrafo produce escupitajos o se atasca, este procedimiento evitará que suceda. El proceso general para su limpieza y revisión es el siguiente:

a) Desenrosca y quita el cuerpo del aerógrafo.



b) Desenrosca la tuerca ciega, que suele estar en la parte posterior de la mayoría de los modelos.



c) Con extremo cuidado retira la aguja del aerógrafo. Ten mucho cuidado para no romperla ni torcerla, pues es muy frágil.


d) Sujeta la aguja con los dedos humedecidos con agua y gírala en los dedos para limpiarla. También puedes limpiarla con un trozo de papel secante mientras la vas girando con los dedos. Otra forma consiste en apretarla suavemente a lo largo de la palma de la mano, girándola poco a poco. Lo más importante es no forzar la aguja porque puede deformarse muy fácilmente.



e) Comprueba que la aguja sigue en perfectas condiciones porque si ha sufrido algún daño tendrás que reemplazarla por otra. Si la doblas por accidente la punta de la aguja, o ya estaba doblada, puedes enderezarla contra una superficie dura y lisa, como vidrio, metacrilato, madera. Sitúa la aguja plana con la punta apoyada en el extremo. Gira la aguja con la presión adecuada y se corregirá la curvatura.


f) Ahora ya está lista para volverla a introducir en el aerógrafo. Con suavidad empuja la aguja hasta que haya llegado al tope. Vuelve a colocar el tornillo de sujeción y el cuerpo del aerógrafo, y atorníllalos sin demasiada presión.

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